Familia

Nuestra hija Emilia, tiene 3 años y desde que supimos su diagnostico (Lisencefalia), a los 8 meses, la llevamos a hacer estimulación temprana.
Conocimos Andares gracias a un amigo. Kinesiología fue su primera terapia y Mercedes su terapeuta. Emilia y Mercedes crearon un vinculo muy autentico. Siempre se comunicaron, se esperaron, se fueron descubriendo y trabajando juntas.
Emi tuvo muchos logros: Comenzó a pararse sola con sus valvas y la asistencia de algún adulto; logró nuevos apoyos al sentarse y afianzó posturas. Hasta comenzo a cambiar la postura al dormir...Ahora duerme de costadito!
Creemos que lo más importante es la confianza que aprendió a tener tanto en si misma, como en los demás. Eso es gracias al esfuerzo que realizó Mercedes en su trabajo diario.
En lo que respecta a nosotros como padres, estamos muy felices de haber encontrado un espacio como Andares, que nos da la oportunidad de aprender, de expresarnos con libertad, donde encontramos infor-mación y contención para seguir adelante en este nuevo camino que nos tocó transitar.
Somos Adrián y Luciana: hoy les queremos decirles con mucho Amor....:GRACIAS ANDARES!!...Por acompañarnos en nuestro crecimiento. Felicidades!

Nuestra hija Juana nació prematura extrema. Una vez fuera la neo, nos graduamos con un futuro incierto, ella tenía una hemiparesia izquierda y sordera profunda. Entonces eran solo los nombres, no sabíamos nada al respecto. En un principio atendimos la terapista de la neo, hasta que el pediatra nos dió un nombre mágico, Carolina Alchouron. Con su sonrisa y alegría tan reconfortante nos recibió. Enseguida sentí que había un lugar donde encontraríamos una guía no sólo de trabajo para alcanzar los mayores logros posibles,sino excelentes personas con una alegría contagiosa que nos iría enseñando a disfrutar la experiencia. Entonces era solo una beba de 8 meses que no podía poner su cabecita derecha. Hoy Juana tiene 6 años, está aprendiendo a leer y a escribir, a contar, a andar en bicicleta, a jugar con sus primas, a hacer adivinanzas y vender comiditas, a vestir a sus muñecas, pasito a paso, con sus propios tiempos siempre de la mano de Caro, Pato, Jackie y sus doctores, siempre alegre, y feliz en Andares.

Cuando Lautaro era bebé el neurólogo nos dijo que, por su patología, tendría comprometido el lenguaje. Nosotros no lo creímos mucho, pues Lauti siempre fue muy sonoro y expresivo. Pero así fue. En “Andares” realiza fonoaudiología, entre otras terapias. Su fonoaudióloga estimula la comunicación y expresión en cada encuentro. A pesar de sus limitaciones, ahora logra decir variaspalabras, se hace entender, señala, hace gestos y sonidos, está aprendiendo a utilizar el comunicador con pictogramas. Mientras lo espero cuando tiene una sesión, lo escucho hablar y reírse a carcajadas. Es increíble como logra día a día pequeños, pero grandes avances.¡Cuánto aprendemos los adultos también! “Ellos nos muestran lo que es invisible a los ojos”.

Nuestra experiencia con Eleonora, fue de varios años y la verdad que siempre nos sentimos muy cómodos. Lo que nos llamó muchísimo la atención y rescato de Andares es ``la calidez humana``, principalmente de Eleonora que es la que más conoce a Santos pero también el resto del equipo. Es un lugar donde uno llega y siempre hay buena onda, te atienden con mucha alegría, todos te conocen, te reciben con scons caseros, por ej. y eso se nota y mucho y a los chicos les hace muy bien, van contentos y se sienten cómodos, queridos, protegidos. Ellos tienen la experiencia de crecer en lo que les corresponda pero divirtiéndose.

Somos Jose y Lia, padres de Tessie que empezó su terapia psicologica a los 11 anos, el mismo año que nació Palita con síndrome de Down. Fue un año critico, con Tessie entrando en la pubertad y asumir la realidad de tener dos hijas especiales en la familia. Llegamos en búsqueda de apoyo con todas las emociones alborotadas. Encontramos un espacio para desahogar la angustia y aclarar las ideas desarrollando una estrategia en conjunto para abordar cada desafío. Estamos sinceramente agradecidos a Andares y en especial con María Muro por su equilibrio entre lo profesional y la contención afectiva que nos han dado. No se que haríamos sin ellas!